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Desde hace 100 años los buñuelos se hacían en casa y se mojaban en agua tibia con sal. Pero desde hace 60 la tradición cambió gracias a una vecina que comenzó a elaborar la rosquilla de churros “pa mojar”. Era un dulce típico en la Feria de la Villa acompañado con un buen chocolate, pero actualmente podemos disfrutarlo en la churrería “Er Mojaito” en la calle Los Llanos, s/n.

Esta fuente fue construida en 1905. Sus caños, alimentados por el río Almadán, han proporcionado agua a sus vecinos durante generaciones, siendo lugar de encuentro y charla entre aquellas personas que iban a por agua.

En la antigüedad se utilizaban como secadoras de uvas y posteriormente como trilladera de cereales. Actualmente su uso es más bien turístico, realizándose algunas actividades como observación de planetas y lluvia de estrellas en verano hasta formar parte, con sus estaciones, del Vía Crucis del Viernes Santo. Desde allí hay unas espléndidas vistas del mar y Marbella.

El aguardiente de Ojén, de tipo anisado y dulce se elaboró a partir del vino procedente de las uvas de los viñedos que por entonces abundaban en nuestro municipio al que se le añadía matalauva como ingrediente aromático. Fue en 1830 cuando el ojeneto Pedro Morales fundó una destilería de aguardiente en Ojén. El nombre de Ojén se utilizó como una denominación genérica de aguardiente dulce y de calidad. De todos es ya sabido la consagrada “una copita de ojén” acompañado de los siete golpecitos que daban música a este antiguo eslogan publicitario que aún hoy perdura y se repite por toda España.

La Leyenda cuenta que tan sólo Pedro Morales conocía la fórmula exacta del aguardiente que se encontraba en las hierbas aromáticas que añadía al licor. Durante este punto del proceso de elaboración ordenaba salir a los trabajadores de la destilería y cuando se quedaba solo añadía sus secretos. Pedro Morales murió y dejó la receta a su hijo. Éste, a su vez, falleció en un accidente siendo único depositario del secreto del anís de Ojén, perdiéndose así en la historia su fabricación. A principios de los 70 del siglo pasado Juan Espada Fernández intentó sin éxito, devolver al pueblo ese aguardiente famoso creando una fábrica.
La fama de nuestro aguardiente queda en el recuerdo y en las referencias literarias y artísticas sobre el mismo: Camilo José Cela lo menciona en varias ocasiones en La Colmena “fuma tabaco de 90, cuando está a solas, y bebe ojén, buenas copas de ojén, desde que se levanta hasta que se acuesta”. Anita Delgado, artista malagueña de la época y casada con el majarajá de Kapurtala, solía pedir en París una copita de ojén. Picasso en su época cubista inmortalizó la botella de aguardiente con la leyenda de Ojén en su cuadro “Bodegón español” de 1912.

Ojén cuenta con un Centro de Información y Acercamiento a la Cultura, CIAC, un lugar que no solo alberga la Oficina de Turismo, sino que se ha convertido en un sitio donde comprender y entender el patrimonio material e inmaterial de Ojén y de la toda la comarca Sierra de las Nieves.

El CIAC, situado en la calle Carrera 5, está abierto todos los días de la semana en horario de mañana y tarde para dar un servicio completo a los visitantes. Allí podrán encontrar folletos turísticos con información del municipio, de sus puntos de interés, sus festivales y sus rutas senderistas.